En Chile, la libertad de asociación y el derecho de los trabajadores a organizarse están consagrados
en la Constitución Política y en el artículo 212 y siguientes del Código del Trabajo. De esta forma, la
ley reconoce a los trabajadores del sector privado y de las empresas del Estado, cualquiera sea su
naturaleza jurídica, el derecho a constituir las organizaciones sindicales que estimen convenientes
con la sola condición de sujetarse a la ley y a los estatutos de las mismas. Luego para constituir un
sindicato, necesariamente se deben aprobar los estatutos del sindicato o estatutos sindicales (además de otros pasos).
Pese a ser un paso esencial y que regulará toda la vida jurídica del sindicato, suele restársele
importancia a dicho requisito y, en la mayoría de los casos, se realiza el ejercicio de copiar y pegar
los “estatutos tipo” que se encuentran disponibles en la web o se utiliza el modelo entregado por
el Estado a través de la Dirección del Trabajo.
Sin embargo, pocas veces quienes van a sindicalizarse o ya lo han hecho, se detienen a pensar en
la relevancia que tienen dichos estatutos en temas tan determinantes como: paridad de género,
procedimientos disciplinarios, regulación de situaciones de acoso laboral, facultades y
prohibiciones al directorio, entre otros temas.
Por eso, si vas a crear un sindicato o te encuentras asociado/as a uno y crees que los estatutos
requieren de una revisión y actualización, ¡no dudes en escribirnos!.
